"Ariane" de Billy Wilder

Una joven y angelical hija de un detective privado salva a un mujeriego madurito y millonario de las garras de un marido celoso en la habitación de un hotel y acabara enamorada. Gracias a los informes que su padre guarda en armarios por la casa, esta joven intentara enamorar a este Don Junan que no cree en el amor e intentará ponerlo celoso con esas historias inventadas colocadas en primera persona.

Una historia de amor, en ocasiones bastante divertida, que Wilder sabe contar tan bien. La inocencia del primer amor frente a las garrar de un cazador de mujeres sin escrúpulos que mira a las mujeres como trofeos y conquistas ajenas a cualquier cosa que no sea satisfacción física y momentánea.

Un guion bien estructurado con personajes que evolucionan poco a poco hasta experimentar los cambios de una vida que los enriquecen y los transforman. Una delicada y apasionada joven que miente e intenta provocar y un maduro mujeriego que se ira enamorando muy a su pesar y que acabara por no controlar una situación que siempre estuvo en sus manos.

La fotografía es esplendida y la música casi la monotonizan dos pieza tocadas por una banda de zíngaros, una canción húngara y otra pieza llamada “Fascinación” que sirve de ambiente para las conquistas del mujeriego. Llegan a conseguir en más de una ocasión momentos inolvidables y divertidos, desde una góndola tocando para dos enamorados protagonistas hasta una sauna para un decaído y celoso seductor.

Audrey Hepburn encarna a esa joven y angelical chica que va a todos lados con su violonchelo, revolviendo cajones de casos de su padre y adaptándolo como experiencias personales, generando interés hasta con su sombre, desvelando solo la inicial. Gary Cooper se enfunda el personaje del mujeriego sin escrúpulos en lo que al amor se refiere e intenta atrapar con sus garras de sinvergüenza a una bella mujercita que irrumpe en su vida por el balcón y por sorpresa. Gran trabajo de Maurice Chevalier haciendo de padre avispado con más de una escena realmente divertida y que sirve de enlace a todos los personajes de la historia.

A recordar a una Audrey hermosísima paseando su violonchelo por las calles de Paris, a Audrey tumbada en la cama por un amor que se escapa, a Audrey saltando de balcón en balcón para salvar una vida, a Audrey espiando a través de unos prismáticos en la Opera, a Audrey alardeando con una abrigo de Armiño robado, a Audrey de picnic y tumbada en una góndola, a Audrey y su tobillo engalanado con una cuerda de metal, a Audrey corriendo con lágrimas en los ojos detrás de un tren… En esta película la A es mas de Audrey que de Ariane, preciosa.

Quizá el papel de galán madurito y millonario no le viene como anillo al dedo a Gary Cooper, quizá le vendría mejor a Cary Grant que fue la primera opción, se nota demasiada diferencia de edad y puede restar credibilidad a la historia de amor apasionado, pero aun así es una película genial.

El amor es divertido cuando lo cuenta Wilder, incluso cuando no lo es…
 
 
Copyright © El Mundo de Isi. Designed by OddThemes